Luego de estar por varios años en la Facultad, dando las asignaturas esenciales que todo estudiante debe tener en cuenta para ejecutar mejor su trabajo a la hora de enfrentarse a una institución de salud, llegó el momento de comenzar en un Hospital. Recuerdo que fue luego de la ceremonia de recibimiento que nos indicaron al servicio que debíamos dirigirnos, y con que médico nos tocaba empezar en dicho servicio. Comenzamos en el servicio de Medicina Interna; al darnos los pacientes comenzó el verdadero trabajo...ya que llegaron los alumnos que estaban haciendo el internado en esa sala y eran los principales encargados de los pacientes ingresados, cuando nos distribuyeron, la interna que me tocó se dedicó alrededor de 1 hora a explicarme cómo debía realizar y documentar el examen físico en la Historia Clínica, ya que solamente estábamos acostumbrados hasta ese momento a realizarlo en pacientes sanos o a practicar las maniobras y los registros con otros compañeros de clase.
Recuerdo que comencé en la cama 8, con una paciente que había sido trasladada de un Hospital Psiquiátrico para estudiarle un bocio que al parecer le estaba desarrollando un hipotiroidismo, que no son unas patologías que coincidan mucho, pero bueno, como dicen los médicos: hay enfermos y enfermedades, que siempre pueden tener alguna excepción a lo que se expone en la literatura. Por eso es algo muy importante que nosotros comenzáramos a ver pacientes lo más pronto posibe, ya que así las habilidades que van puliendo al médico en su día a día, y así nos vamos acostumbrando a trabajar con residentes, médicos especialistas y demás personal que se encuentran alrededor del paciente como famiiares, personal de enfermería, etc. Mi paciente al no tener un familiar con ella todo el tiempo, solamente podía trabajar con los documentos de la historia clínica y la información que me brindaba la interna durante la evolución matutina de las 8 am.
Yo al ser nuevo, pasé un poco de trabajo para procesar toda esa información, algo que era algo del día a día de los internos era algo nuevo para nosotros, pero nada que no fuera imposible; cuando terminamos de examinar e interrogar a la paciente de cómo había pasado la noche, me dediqué a redactar la evolución médica en la historia clínica en el poco tiempo que quedaba antes que comenzara el pase de visita por la sala con el médico especialista....que ya eso va a ser tema de mi próximo blog
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